Los metales, en cuanto a su composición, se clasifican en dos grandes grupos: los ferrosos, compuestos básicamente de hierro, y los no ferr...

Los metales

Los metales, en cuanto a su composición, se clasifican en dos grandes grupos: los ferrosos, compuestos básicamente de hierro, y los no ferrosos. Esta división se justifica por la gran predominancia de uso de los materiales a base de hierro, principalmente el acero. Los metales son materiales de larga durabilidad, resistencia mecánica y facilidad de moldeo, siendo muy usados en equipos, estructuras y envases en general. Entre los materiales no ferrosos se destacan: el aluminio, el cobre y sus aleaciones.


Procesos de fabricación de los metales
Son dos los procesos de fabricación: primario y secundario.En el proceso primario, el metal se obtiene a través de la reducción del mineral al estado metálico por medio de reductores, como el carbón. Este proceso se realiza a altas temperaturas, con un elevado consumo de energía. El metal obtenido se denomina primario. En el proceso secundario, el metal es obtenido básicamente de la fusión del metal ya usado, denominado chatarra. El consumo de energía es menor, y el metal obtenido se denomina secundario.
 

La chatarra, además de llevar ganada la etapa más costosa del proceso primario, la
extracción y reducción del mineral al estado metálico, tiene también un valor económico,propio del metal. Este valor es significativo en metales como el aluminio, el plomo, el cobre y, en particular, en los metales nobles: oro, platino y plata.

El reciclaje de los metales
La gran ventaja del reciclaje de los metales es la de evitar los gastos de la fase de reducción del mineral a metal. Esa fase implica un gran gasto de energía, exige el transporte de grandes volúmenes de mineral e instalaciones costosas, destinadas a la producción en gran escala.La chatarra puede, sin mayores problemas, ser reciclada inclusive cuando está oxidada. Su reciclaje se simplifica por la facilidad de identificarla y separarla,principalmente en el caso de la chatarra ferrosa, para la cual se emplean imanes, debido a sus propiedades magnéticas. Mediante este procedimiento se puede retirar hasta un 90 % del material ferroso presente en los residuos sólidos.



 
Del mismo modo que para cada uno de los materiales presentes en los residuos sólidos urbanos, la desventaja de reciclar los metales desde allí, está en el hecho de que están mezclados con otros materiales. Pero aún cuando la chatarra esté separada de los otros tipos de residuos, muchas veces se presenta la necesidad de realizar operaciones complementarias, como la eliminación del aceite, en el caso de virutas resultantes de la fabricación de piezas. Otra desventaja es que algunos metales de revestimiento utilizados para protección del metal base, deben ser removidos o diluidos antes del procesamiento. Por ejemplo, el estaño de la hojalata puede causar la fractura en caliente del acero durante su procesamiento, cuando está presente en determinadas cantidades.


¿Qué pasa con las latas de aluminio? 

En el caso de las latas de aluminio para bebidas, si el proceso de reciclaje es el correcto, con el aluminio que contiene una lata vacía se puede fabricar una nueva. Es más, ese tipo de aluminio no es apto para ser integrado en grandes proporciones a aleaciones para extrusión.



0 comentarios:

Translator